He asistido con pavor a un doble fenómeno los últimos días de julio.
Por un lado, como es costumbre, los llamados «gurús» nos recomiendan sus lecturas para el mes de agosto. Aquí CEOs, conferenciantes, coaches, telepredicadores, neuromarketinianos, fulanitos y un largo etcétera nos dejan su receta literaria. La pregunta es: ¿lo que han leído o lo que van a leer? Ayer, desayunando con un buen amigo, se reía de este fenómeno y me confirmaba que dejó de hacer la lista hace unos años para uno de estos afamados…
Por otro parte, aunque uno es consecuencia o causa del otro: no sé si el ser precede o procede de la esencia… La famosa lista de los «personajes referentes» de nuestros adolescentes, cabe destacar: Obama, Ronaldo, Messi, Trump…
Esto me recuerda cuando el ínclito Nadal gana Roland Garros, al día siguiente toda España es Nadal, qué pena que no seamos Gregorio Marañón ni Menéndez Pidal ni Ortega y Gasset ni Julián Marías.
Y es que al final todo se cultiva en el hogar, siempre te estaré eternamente agradecido padre, recuerdo de mi infancia tu amor por los libros, cómo cuidabas tu biblioteca y la pasión que nos transmitiste por Mozart.
Mientras los padres consientan y les transmitan «Despacito», «Supervivientes», «Juego de Tronos» y demás penuria intelectual, la estulticia será nuestra reina las próximas generaciones.