- «No condenar a nadie para siempre».
- «Hay que formar las conciencias, no sustituirlas».
- «Es mezquino detenerse sólo a considerar si el obrar de una persona responde o no a una ley o a una norma general».
- «Es posible que en medio de una situación objetiva de pecado, se pueda vivir en gracia de Dios».
- «(…) Algunos lo realizan de forma parcial y análoga».
- Mi conclusión: la conciencia está por encima de la norma… De la misma forma que llevamos siglos diciendo que no todo lo lícito es honorable ni todo lo legal moral. El Papa lo expresa de forma sublime: «la ley no puede aniquilar la Misericordia».