Releyendo a «Los Hermanos Karamazov» del maestro ruso asciendo a la plenitud del alma humana.
Comparar a Dostoievsky a Cervantes es comparar a Mozart con Sabina. Cervantes es el maestro de la forma, manejó la pluma como nadie pero Fiodor diseccionó el alma humana, nos llevó a su armonía y a sus desórdenes.