Cinco vías infalibles

El profesor D. Pablo Blanco afirmaba que a través de la historia de los santos, la liturgia y la historia de la Iglesia se podía llegar a la existencia de Dios.

Efectivamente, Cristo, que se sirve de metáforas, parábolas pero que son anteriores a la evidencia nos ha dejado el camino ya marcado, debemos ser nosotros quien a base de de dar el único paso pero decisivo, el de nuestra voluntad, siempre con el de su Gracia, lleguemos a Él.

Daré alguna de las pistas que Él nos ha dejado, el que no quiera verlas es porque las niega o porque prefiere esa -ceguera-

  1. La escalera más directa para llegar a Él son los Sacramentos y la oración. No hay mejor medio. Aquí entraría la belleza de la Liturgia clásica.
  2. Éste es mi preferido y el más complejo en la sociedad de hoy día. El –quotidie-. Ver a Dios en todo. Más frecuente en la teología rusa, donde desde -El Peregrino- recomiendan la Filocalia y la oración interior continua, quizás éste sea nuestro verdadero sino y no el -Ut Operaretur- ni cualquier otra derivada.
  3. Encontrar a Dios en la Belleza del mundo, fácil a través de la inmensidad de la naturaleza (cfr. 4ª vía de Sto. Tomás).
  4. Leer y apoyarse en la Historia de los santos y de la Iglesia, así como en la guía de mentores y directores espirituales con fama de santidad, más en tiempos de incertidumbre como los contemporáneos.
  5. La amistad, anterior al amor, es el plato fuerte de la vida, ya lo decían los clásicos. La amistad desinteresada, la familia, el amor tienen el rostro de Cristo.

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