
Decía Stefan Zweig que -aquel pensamiento que no puede expresarse en palabras- no existe: la materialización de la idea es la palabra, sin nuestra -lengua materna- no hay encarnación.
Podemos utilizar IA y traductores pero siempre perdemos la esencia primigenia.
Esto es un principio básico, que ya señalaba Aristóteles, toda copia pierde calidad frente al original (principio de -mímesis).
Es por que debemos ser respetuosos con las nuevas tecnologías, con el paso al e-learning y la mejor forma de salvaguardar la calidad del programa educativo es impartir a los alumnos en su -lengua materna-, aunque luego se complemente o ayuden de otras lenguas. «Los límites de mi lenguaje significan los límites de mi mundo», Wittgenstein.